domingo, abril 06, 2008

Haz de luz...


miércoles, marzo 19, 2008

Deducciones

En aquella época, solía divertirme intentando adivinar a qué se dedicaba la gente que veía, los desconocidos con los que compartía espacio en un momento determinado, una mirada fugaz o un fortuito tropiezo en plena calle. Me preguntaba cuáles serían sus hobbies, qué les preocuparía, en qué estarían pensando. Y mis análisis, por supuesto, confirmaban mis propias interpretaciones y salía orgulloso de mí, de mi capacidad deductiva y de mi atención al detalle. Siempre creí que me había equivocado de oficio, que desperdiciaba mis grandes dotes detectivescas en la oficina de correos.

Sea como fuere, sin duda aquél era un buen ejercicio para mantener viva la imaginación. No sé cuándo, ni por qué, pero dejé de hacerlo.

Una tarde, al entrar en la cafetería de siempre, se activaron mis sensores. Una hermosa melena rubia que caía sobre los hombros, el porte elegante… quedé fascinado. Estaba sentada en la barra, de espaldas a la puerta, de donde no pude moverme por unos segundos. Llevaba un traje gris, impecable. Seguramente había hecho un alto en su ardua jornada laboral para tomarse un café. Seguramente, era la primera vez en mucho tiempo que podía darse un respiro (eso explicaría que no la hubiera visto antes por allí).

Deduje que trabajaba en el despacho de abogados de la esquina, no sé por qué. En realidad… tenía toda la pinta de ser una abogada inteligente e implacable, de esas mujeres tan exitosas en su vida laboral que dejan un poco de lado el ámbito personal, hasta que…

Nunca, nunca es demasiado tarde, me dije. Y desperté de mi trance, como si me hubieran pinchado con un alfiler.

Cuando estaba casi llegando a su lado, oí al camarero preguntarle: ¿y… cómo va ese caso?

Di media vuelta. No sé cómo pero ya estaba otra vez junto a la puerta. Lo sabía… es abogada. Y además, el camarero la conoce, así que seguro que trabaja en el despacho de la esquina… Eres grande… eres muy grande, Carlitos. Y ahora, adelante, conquístala, demuéstrale que aún no es tarde para enamorarse…

Me acerqué a ella, con seguridad… pero unos nervios… Me senté a su lado, pero no la miré, cogí el periódico que estaba sobre la barra y me fui a la sección de negocios… ¡¡Qué bien olía!!

El camarero me dijo: -¿lo de siempre?; -Lo de siempre, contesté con un guiño.

Y sentí su mirada… ¡la exitosa abogada de melena rubia y traje impecable estaba mirándome!

Me giré suavemente para iniciar el contacto.

Sonrió, se levantó y me dio un abrazo.

Habíamos ido juntos al colegio.

Se llamaba... ¡ Raúl !.

viernes, octubre 26, 2007

¿Tiempo de cambios?

miércoles, junio 06, 2007

Cuento de boda

Hace mucho, mucho tiempo, mucho antes de que los dioses bajasen a la tierra y entregaran al hombre el regalo del fuego, mucho antes. Mucho antes de que desapareciera del mundo el último unicornio, había un hombre y una mujer que se amaban profundamente.

Un día, la mujer quiso hacerle un regalo al hombre. Se acercó a él con dulzura y, extendiendo el brazo, le dijo: "quiero regalarte lo más importante para mí". Tenía el puño cerrado. Él la miraba con expectación y curiosidad, pero cuando ella abrió la mano, estaba vacía.

- ¿Nada?, dijo él.
- Todo. Sobre la palma de mi mano están mis sueños, mis esperanzas, mis ilusiones... cada rayo de luz que han visto mis ojos, cada gota de lluvia que ha tocado mi piel. Todo está sobre la palma de mi mano, cógela y todo eso será tuyo.

Pero él no la cogió. Tan sólo bajó la mirada y lentamente se fue.
Ella se quedó triste y sola, pensando: ¡hombres!

Pero, al poco tiempo, él volvió y escondía algo en su puño cerrado. Se acercó despacio y en silencio y lentamente abrió la mano. Guardaba dos pequeños trozos de caña de bambú. Cogió uno de ellos y poniéndoselo a modo de anillo, le dijo:

- Claro que quiero todo eso que me das, pero no lo quiero un día, ni un mes, ni un año... lo quiero toda la vida. Por eso, este trozo de caña de bambú impedirá que si alguna vez cierras la mano me niegues ese amor. Gracias a este anillo, siempre se escapará un poquito de ese amor que me das. Yo haré lo mismo -dijo, poniéndose su trozo de caña de bambú- porque te quiero y quiero que mis sueños, mis esperanzas, mis ilusiones... también sean todas tuyas.

Hoy ustedes se entregan dos anillos, también, uno más grande, otro más chiquito, y con ellos, todo el amor, la ilusión, la esperanza y los sueños que caben en dos manos vacías.
Gracias por querer compartir con nosotros este momento tan íntimo y personal.
Y gracias, Luispe, por dar tu consentimiento.

(Versión libre de "El cuento de los anillos")

viernes, febrero 02, 2007

En busca del texto perfecto

Vuelvo, aunque sólo un rato. Pero lo cierto es que nunca me fui del todo, he seguido leyendo blogs y dejando comentarios de vez en cuando...
Pero ahora vuelvo a escribir para pedir ayuda, consejo, asesoramiento... llámenlo como quieran (incluso "x" si les parece).

La idea surgió del post-concurso de Acus (va a ser que eres mi muso, Acus, jajaja), aunque no es éste precisamente un concurso...

Mi hermana se casa y me ha pedido que lea o cuente algo en su casamiento. Alguna idea tengo, pero más bien pocas (Acus, estás en huelga? jajaja), así que les pido ayuda (así, con todo mi morro). Si se les ocurre algún texto dulce, tierno... no sé, lindo, que se pueda contar en un casamiento y la gente diga: oooooooooooooooooohhhhhhhhhhhh, qué bonito!!!!!! Jajajajaja. Si se les ocurre, por favor, compártanlo conmigo. Yo no doy premios, como Acus, pero el texto elegido será leído (o contado) en una hermosa boda (quizá a los románticos les valga con eso).

Por supuesto, sea cual fuere mi elección, la compartiré con ustedes.
Muchísimas gracias de antemano.
Y muchos besotes!

miércoles, noviembre 15, 2006

Estrés

Ya me estresé. Sí, así de rápido. Una es así, qué le vamos a hacer!
El caso es que me llegó una carta de la autoescuela que dice que está próxima a caducar mi matrícula... yo ya ni me acordaba que eso caducaba!!
Me había dicho a mí misma que me iba a centrar en las oposiciones, que hasta que no las sacara (en junio del año que viene) no me iba a meter con lo del coche... pero claro, ahora me joroba haber pagado pa'ná, no sé si me entienden...

Así que ya me estresé.

Acabo de hacerme un planning, lo que viene siendo un horario-agenda, vamos. Cosa que seguramente la mayoría de la gente hace, pero como una es un desastre... pues eso, que lo he hecho ahora. Ése es el primer paso... sólo falta cumplirlo.

La cuestión es que quería comentarlo en el blog a modo de aviso-despedida, para que no me extrañen mucho... jajajaja. Porque estaré un tiempo sin venir por aquí, una vez más. Si hasta me he autorregulado el uso de internet!! Espero que no sea demasiado tiempo y pueda ventilar al menos el teórico del carnet en un par de meses.

Ya me estresé, sí.

* Jo, y yo que quería haber escrito un post contando que estuve en el IV Festival de Cuentos de Gijón, que me encantó, que l+s narrador+s estuvieron impresionantes...
Jo, y yo que quería escribir un post agradeciendo la magia de esos días, de esa gente (Félix Albo, Paula Carballeira, Tim Bowley y Charo Pita, Pep Bruno), de esos cuentos... yo no sé si saben ell+s el alcance de sus palabras, que se meten en las venas y fluyen como la sangre hasta cada rincón, activándote, dando vida...
Jo, y yo que quería hablar de sus cuentos y de sus libros...

Pero nada, no hay manera, porque ya me estresé.
...

viernes, noviembre 03, 2006

¿Qué es eso?

  • El conserje del pabellón donde entreno dice que soy como una serpiente, porque siempre estoy sacándole la lengua.
  • Mi padre se pregunta si no seré un tiburón, por la cantidad de veces que me quejo porque me están saliendo las muelas del juicio.
  • Se supone que soy una homa ¿sapiens?, pero desde chiquita, mis tíos siempre me llamaron "ranita".
Problemas de identidad... ¿qué es eso?