viernes, agosto 05, 2005

Desde entonces

Desde que te vi. Desde el mismo instante en que mis ojos encontraron los tuyos y se vació la sala de repente, lo supe. Era muy joven, sí. Y no sabía nada del amor. Pero aprendí tanto en ese instante...
Nos hicimos amigos. Compartimos risas, miedos, libros y miradas furtivas. Todos lo sabían, pero nadie nos lo explicó. No tuvimos celestina, no. Y éramos tan tímidos los dos...
Saliste con chicas, es verdad, pero no me preocupaba; yo sabía que no era nada importante. Es más, eran ellas quienes tenían celos de mí. Fue una época divertida... Pero el tiempo pasó y hubo que separarse. ¡Me dolía tanto tan sólo pensarlo! Se abría ante mí una nueva etapa y tendría que afrontarla sin ti: sin tu sonrisa, sin tus nervios, sin tus dudas... ¡qué injusta se volvía la vida!
Pero precisamente aquel verano viniste a buscarme. Estuvimos jugando y me dijiste de hablar más tarde... más tarde. Tarde me di cuenta de lo que esas palabras podían significar, cuando ya no estabas. No te lo recordé y tú no lo volviste a mencionar. Tonta ella, tonto él.
En muchas noches como ésta, aquel recuerdo no me deja olvidar lo boba que fui... y tampoco me deja dormir.

Pero te seguí buscando, te seguí esperando, aunque sólo fuera para verte unos pocos minutos, unos pocos días a la semana. Seguí aferrándome a ti, a tu sonrisa, a tus ojos, a tus dudas...
Hubo otros, es verdad, pero sólo fueron eso: otros. Nada más. Y siempre volvía a ti. Y a mí volvía la ilusión de encontrarte y de que esa vez fuera distinto. Pero no lo fue.

Y el destino se cansó de buscarnos y yo me cansé de mostrarle el camino. Y tú... me dio la impresión de que te habías rendido.

Y aunque ya no te encuentre al cruzar la calle, en noches como ésta le arranco tu mirada al olvido y a veces creo ver un guiño que me devuelve la esperanza de hallarte, tal vez, mañana.

Antes de cerrar esta carta, de esconderla en un baúl vacío y no abrirlo jamás, si no es contigo, sólo te pido una cosa: no olvides que no te olvido.

S.

Sobre el punto final cayó una lágrima. Él la secó rápidamente, por miedo a estropear aquel regalo. Besó la mano inerte de su esposa y suspiró.

6 Burbujas:

A las 3:34 a. m., agosto 06, 2005, Anonymous Anónimo dixit...

ups. me dio escalofríos...
te mando un beso.
ah! te respondí a lo que dijiste...

 
A las 2:15 p. m., agosto 06, 2005, Blogger The Froggy dixit...

Escalofríos? Ufa, no era la intención...
Otro beso para vos.
Voy.

 
A las 6:01 a. m., agosto 07, 2005, Blogger Javier Vilaboa - Diario LA REGION dixit...

ya esta la foto!!! si estuvieras suscripto al blog ya lo sabrías :P

 
A las 12:36 p. m., agosto 07, 2005, Blogger The Froggy dixit...

Ja! Estoy suscripta! Pero si vos escribís a horas intempestivas... no me entero hasta que me despierto y vuelvo a encender la compu :P

P.D: tus 21 hs, para mí son las 2 de la madrugada. :P

 
A las 2:40 a. m., septiembre 06, 2005, Anonymous Anónimo dixit...

Que profundo...
y eso es un fragmento novelistico... o es tu propio corazon quien habla.
uhmmm...
me gustaria saber.

 
A las 10:03 p. m., diciembre 10, 2005, Blogger The Froggy dixit...

Ay, anónimo, anónimo... te vas a quedar con la duda ;)

 

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